Primer trimestre:
- canciones protesta
- homenaje a los Beatles
-etc
Pincha aquí
Segundo trimestre:
- Montajes en torno al Jazz:
Montaje para ilustrar el uso del ragtime en el cine mudo
Blog de Amalia Romero Parejo sobre Louis Armstrong.
Blog de Violeta Vahí sobre Ray Charles
Actividades en torno al flamenco:
Clase de Sevillanas con los alumnos de intercambio de Wisconsin
Enlace al blog del Intercambio
Tercer trimestre:
Apuntes resumen realizados por los propios alumnos:
LA MÚSICA EN EL ÁFRICA SUBSAHARIANA
Aunque no se trata de una sola música, sino de una serie de culturas musicales, el África subsahariana conoce un tipo de producción sonora muy particular.
Así entendemos por música africana el conjunto de músicas de los pueblos asentados al sur de la línea imaginaria que une Senegal con Yibuti.
Así la música de todos estos pueblos, repartidos en inmensos territorios, presenta importantes caracteres comunes:
-Tiene estrecha relación con todos los acontecimientos cotidianos.
Vídeo
-Es una actividad compartida por todos los miembros de una comunidad.
-Es una música de tradición oral en la que no se utiliza ninguna forma de notación.
- Cobra sobre todo un valor ritual.
-Gran parte de su música es prácticamente inseparable de la danza, y por tanto, predominantemente la rítmica. Vídeo.
- Hace uso de la polirritmia (superposición de diferentes ritmos) y los ostinatos (esquemas rítmicos o melódicos repetidos).
- Suele recurrir a una polifonía vocal sencilla. Sin reglas definidas a priori.
- Utiliza gran variedad de instrumentos musicales.
A pesar de las coincidencias antes mencionadas, las músicas del África negra pueden dividirse en tres grandes grupos: El del África occidental, el del África central y el de la zona surafricana.
ÁFRICA SURAFRICANA
El área musical de los países del sur es la ocupada históricamente por los bosquimanos y los hotentotes en la zona más austral del continente.
Por otra parte encontramos la presencia de los pueblos bantúes, como los zulú, los sotho o los shona, que ha producido una superposición cultural de la que resulta una continuidad con los comportamientos musicales de África central.
Buena parte de la música de estos dos pueblos es también polifónica.
Prueba de esta polifonía vamos a destacar algunos ejemplos musicales:
Ladysmith BlackMambazo:
Ladysmith Black Mambazo es un grupo de música coral sudafricano masculino liderado por Joseph Shabalala. Con su música tratan de representar el resurgimiento de la nueva Sudáfrica, tras los duros años de racismo y apartheid.
Surgido en torno a 1960, el grupo es conocido internacionalmente desde 1986, año de la publicación del legendario disco "Graceland", de Paul Simon. Su estilo representa la música tradicional zulú, llena de espiritualidad y cantada a capella (lo que allí llaman isicathamiya), que tuvo su continuidad entre los trabajadores mineros sudafricanos. Carente de instrumentos, la música de Mambazo tiene ya carácter legendario entre los aficionados a la world music. Varios premios Grammy han jalonado su trayectoria, concretada en la publicación de más de cincuenta discos. Ejemplo de su popularidad es que sus miembros fueron invitados a actuar en la ceremonia de entrega del premio Nóbel de la paz a Nelson Mandela, a quien acompañaron también en su toma de posesión como presidente de Sudáfrica.
Otro grupo coral muy popular: Drakensberg Choir- Shosholoza
La reina del pop sudafricano: Miriam Makeba- Pata pata-
Además cabe destacar en los shona la constante utilización de la mbira o sanza.
Mbira o Sanza: es un instrumento que consiste en un conjunto de pequeñas láminas metálicas fijadas por uno de sus extremos a un tablero que hace de caja de resonancia. Los extremos opuestos quedan libres para ser pulsados con los pulgares de ambas manos. La cantidad de láminas puede variar de cinco a quince. Además si se coloca la sanza sobre una calabaza utilizada como resonador, esta se convierte en un kankobele.
ÁFRICA CENTRAL
La segunda área musical de importancia es la de la influencia bantú.
Los países con esta influencia ( Angola, Zaire, Uganda, Gabón...) la música está íntimamente ligada al lenguaje hablado, al que amplía e incluso puede llegar a sustituir.
La música puede imitar ritmos y melodías del discurso, haciendo hablar a los instrumentos. Por ejemplo, con un tambor de axila o un arco de boca, puede transmitirse un mensaje comprensible cuando el músico es hábil y el oyente atento.
Otras características en la música del África central son: el uso de la polifonía vocal e instrumental y la presencia de pueblos tamborileros, como los tutsi de Burundi o los bamileké de Ruanda.
Además cabe destacar instrumentos como la cítara, el tambor de camerún, el obukamo, el guiro, el arpa arqueada o el ramkie.
Manu Dibango
En cuanto al área del África central en músico más conocido e importante sea Manu Dibango.
Manu Dibango (Emmanuel N'Djoké Dibango) es un saxofonista, vibrafonista, director de orquesta, autor, compositor y cantante, nacido el 12 de diciembre de 1933, en Douala, Camerún, de padre yabasiy madre douala, ambos de religión protestante. Su estilo es, esencialmente, una fusión de jazz, soul y ritmos africanos, y de salsa, aunque en mucho menor medida.
Generalmente actúa en Francia, país en el que reside, pero también realiza giras en África y en países occidentales, principalmente europeos, como España.
ÁFRICA OCCIDENTAL
En el área del África occidental destaca la sólida presencia de la tradición cultural mandinga, y claro esta se encuentra estrechamente ligada con los griots.
Los griots son a la vez, músicos, historiadores y cantantes que transmiten su arte de padres a hijos y de generación en generación. Estos fueron desde la Edad Media los cronistas oficiales del Imperio de Mali. Para llevar a cabo esta tarea encontraron un soporte musical y construyeron instrumentos que se adaptaban a los lenguajes y ritmos utilizados:
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| Balafón |
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| La kora |
Por otra parte las tribus tamborileras tienen también una enorme importancia en la música del África occidental, especialmente entre los yoruba nigerianos, los ewe y los akan ghaneses.
Youssou N'Dour
Youssou N'Dour es un cantante y compositor senegalés de fama mundial. Desde el comienzo de su carrera a principios de los años 1970, ayudó al desarrollo del mbalax, la música popular de Senegal. Además, en su país es un icono popular por su compromiso en asuntos sociales y culturales.
Con el paso de los años, N'Dour se ha convertido en uno de los músicos africanos más conocidos a nivel mundial.
Jammu Afrika
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| Ismael LO |
Cesaria Evora y Salif keita
MÚSICA Y CINE
Sobre Ennio Morricone: Blog de Almudena Falcón
Reflexiones sobre la música en el cine: Memorias de África, por Paula Hernández Carrizo
Siempre me ha impresionado la capacidad que tiene la música para transmitir sensaciones sin necesidad de palabras o gestos. A menudo se nos olvida que el de los sentimientos no es un campo reservado para la pluma, la voz o la imagen. Ya estaban ahí antes de que alguien pudiera describirlos y ya eran evocados con melodías mucho antes de que alguien ideara un código para poder expresarlos.
En el mundo del cine todos esos canales de transmisión se fusionan para, de vez en cuando, legarnos piezas que cautivan por su equilibrio y armonía. Tal es el caso de Memorias de África (Sydney Pollack, 1985) y de la partitura de John Barry.
"Yo tenía una granja en África a los pies de las colinas de Ngong..."
Tras un breve prólogo que establece las premisas del film, esta memorable frase de boca de Meryl Streep anuncia el comienzo de la música. Con una locomotora en pantalla atravesando la sabana africana a paso ligero, irremediablemente hacia adelante, como el tiempo, el compositor inglés nos transporta al campo de los recuerdos con esa melodía embriagadora que servirá de base para el resto de piezas de la banda sonora. Barry nos guía hacia ese terreno seguro y cálido de la memoria, si no por precisa, si por permanente, omnipresente e inamovible. John Barry nos habla de la felicidad, de su fragilidad y fugacidad, de la melancolía que ello genera. Nos cuenta cómo ésta se nos revela mejor con el paso del tiempo y cómo su posesión y asimilación en el presente se hacen casi imposibles. Esa certeza de haber sido feliz y su conexión atemporal con el recuerdo es más pura pero también más amarga. Eso es la nostalgia, la certeza presente de haber sido feliz en algún lugar del pasado. Y eso es la banda sonora de esta película, no una definición de la nostalgia, sino la propia nostalgia sonando.
La música de Barry te sumerge en ese vasto océano y lo escruta con meticulosidad hasta recovecos que la palabra no alcanza. Asienta la melodía sobre un potente uso de instrumentos de cuerda que ponen los pelos como escarpias, genialmente secundados por piezas de viento que serenan la intensidad y nos traen la calma, a veces para dejarnos reposar, otras como interludio entre tormentas.
El ganador de 5 Oscars, que se abrió paso en la industria cinematográfica poniéndole música a las películas de James Bond, cuenta con más de 80 partituras para la gran pantalla, algunas tan legendarias como El león en invierno, Bailando con lobos, Cowboy de medianoche o Cotton Club.
La obra de un compositor para cine, su éxito y reconocimiento dependen, a menudo, de la calidad del film para el que se conciben. Esa confluencia de materiales de categoría en ambas esferas no es tan común como nos gustaría, pero sirve para separar lo extraordinario de lo aceptable y para encumbrar lo que merece ser encumbrado.
Por delicias como ésta, Barry descansa en el Olimpo de los dioses junto a genios de la talla de Morricone, Bernstein, Jarre, Rota o Tiomkim.
"Yo tenía una melodía en la cabeza..."
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| En la clase de batería |
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| En clase de guitarra y probando con el bajo |
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| Aprendimos los acordes básicos en la guitarra y | tocamos algunas canciones |
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| Tocando la flauta y acercándonos a la sensación de tocar un violín |
-"Enhorabuena por este buen trabajo"- Ver vídeo-
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